Caminar sin perdón por el camino.
Caminar, caminar y caminar.
Cada paso un suplico lacerante,
la culpa calcinado como un sol.
Intolerable culpa en la memoria
que pesa como el fuego sin perdón:
hirviente sangre de la fría noche
que suda de la frente y cae al suelo,
sembrando la condena y perdición.
Caminar por caminos y senderos.
Caminar, caminar y caminar.
El astro calcinando como culpa
y el alma reclamando su perdón.
Caminar escuchando las campanas
que tañen y conciertan el rencor.
Caminar al cadalso que es la vida,
caminar entre culpas tan de Dios.
El ojo que de adentro su pecado
ve cometerse en otro tiempo ajeno;
el ojo que se mira caminando
entre culpa, entre soles hasta el sol.
El ojo que la lágrima desprende
llorando los dolores que creó;
el ojo que no deja la memoria,
la lengua, todo el tacto, la traición.
Caminar, caminar sin más descanso,
cargando todo el peso que pasó.
Caminar, caminar y caminar.
Caminar sin perdón por el camino,
caminar, condenado, caminar.
Javier Paláu Hernández
(San Luis Potosí, 1998) Estudiante de la Licenciatura en Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato, es cocreador y editor de la revista El Gallo Galante. Sus poemas han sido publicados en revistas como Los Demonios y los Días, Buenos Aires poetry, Campos de plumas, Cardenal, entre otras. Actualmente escribe su tesis de grado sobre las Letras de san Bernardo, de sor Juana Inés de la Cruz.