Poesía

Colibrí

Por Maritza González Huitrón
Aguascalientes

COLIBRÍ
– hilo temporal de mis recuerdos –

Este poemario es para ti
por tanto vuelo vivido
porque se me enraizó la nostalgia
porque este exilio
es la única posibilidad de reencuentro.

COLIBRÍ I

Acuérdate de mí bonito como cuando me querías.

Cantaré al polvo
para no morir sola
desde el olvido más alto.
Moriré de amor
de viento y de tristeza.

Y cuando de mí no quede nada
me volveré polvo
me iré al mar
a sacudir pirules
a cosechar estrellas.

En mi reflejo
la luna será líquida
y me la beberé entera.

Me embriagaré de vida
cuando las cigarras ya no serán mudas.
Te nombraré entonces
para que no mueras
en las lápidas del tic-tac del tiempo.

Conjúrame tú también
en los recuerdos
para que así yo muera menos.

COLIBRÍ II

Retrocede mi estancia
y se fija precisa 
en la imagen de la fotografía
¿qué podía ser yo a esa hora?
cuando hay tanta dicha que no se dice
para que no desaparezca
¿qué podía ser yo?
me faltaba llorar para ser triste
y  me faltaba nombrar para que fuera.

COLIBRÍ III

De tu boca se despliegan acusaciones
el peor de los escándalos
de todas las lenguas mal habladas.

Ahí donde chocan son su nombre las cosas
no hay duda:
ha terminado el sueño.

COLIBRÍ IV

En los rescoldos de lugares ahora inexistentes
se entrevé el recuerdo de una presencia inabarcable
mi lengua se remuerde en silencio
hasta que arriba a la raíz de mi voz tu nombre.


La certeza de tu recuerdo cae de mis ojos
en mi desmemoria yo estoy segura de que
caben todos los siglos entre esa noche
y la ciudad aparece ante mí como un principio de los tiempos.

COLIBRÍ V

La palabra estalla,
sobreviene la aurora,
el mundo nace
entre la luz y mis manos,
se enturbia mi mirada; la mar, la mar, la mar.

COLIBRÍ VI

“Hedonista, te fue fácil liquidar amores puros.”
Caloncho

Me resisto a dormir,
a cerrar los ojos,
me resisto —no puedo— dormir.
Heme aquí con un miedo nuevo:
despertar
y volver a verte.

COLIBRÍ VII

“Te fuiste, ahora eres otra.”

Dialogo monosilábico,
se cierran los caparazones
ya no se quieren más diluvios
es la única certeza.

COLIBRÍ VIII

También existe esta certeza
no hay despertar
sólo náufragos
de silencios.

COLIBRÍ IX

Acepto la noche que cae
sobre mis hombros.
Llego a mi lecho,
tiemblo por caricias fragmentadas.


Me levanto, y a tientas
cierro la ventana,
no vaya a ser que por viento
se me arremoline el recuerdo.

COLIBRÍ X

La nostalgia me cimbra
dolor,
dolor,
del cielo a la tierra;
caigo
de mis ojos a los tuyos.

Tus ojos
cuánto mar dentro de ellos.

COLIBRÍ XI

Me voy al mar,
a encontrarme con mi niñez.
Me llevan los pies
sobre una arena color ámbar.
¡Voy a envolverme en las estrellas!

COLIBRÍ XII

El principio es así
columna de huracanas y mareas
la ceguera del devenir
detiene sus certezas
el espejo roto de tiempo
estalla.

El aire se torna viento
raíz del aire
ahí donde crece el viento
se encuentran,
nace una semilla del aire
presagio de alturas y abismos.

Los mares invaden los ríos,
las hojas inundan el pecho
el agua devela el relámpago
recupera el mundo su sombra.

COLIBRÍ XIII

Quiero decir ahora que no hay pasado
no hay pasado, ni existe
tampoco
el tiempo
confieso que esta noche no volverá nunca
por más veces que rehaga el recuerdo.


No puedo escuchar ahora
tengo tantas voces dentro del cuerpo
no sabré nunca si esta tarde
dónde yo escuche adiós
tú has dicho muerte.

COLIBRÍ XIV

“Ciegamente yo te quise hasta el final.”

Giré la cabeza entre las sombras
de mi memoria
otra vez
una lágrima
volví a morir

Caminé sola por una tierra deseante
qué raro es todo esto

Ya sucumbía a la blancura sucia de las costumbres
con la soledad corriendo por mis ojos
cerré la mirada para no llorar
para volver junto a ti

Ahora lo sé:
tu espalda fue la tumba de mis labios.

COLIBRÍ XV

Puestos los ojos en el horizonte
su voz,
un poco de aire que arriba a los labios
y el recuerdo que traspasa la piel
que se disuelve en su carne,
el canto es una plegaria
para conjurar huellas.

COLIBRÍ XVI

Te he esperado ahí
en las orillas turbias del atardecer
detenida en el limbo del aire
bajo la protección de tiempo.


Ella tenía un rostro inhumano
ignoraba el arte del sueño
me cubría los ojos de pesadillas.

COLIBRÍ XVII

No quiero ver tus ojos
hechos polvo
en un aguacero de borrachera.

No he de conocer
sino lo que en ti
es una ensoñación.

No estarás envuelta en un anhelo
sino en la crueldad del amanecer
no querré tu destino
porque del mío vislumbro
apenas una sombra.

COLIBRÍ XVIII

Astro hecho de piedras,
¿qué me vas a decir ahora?
veinte tragos
una cama
un amanecer entre dos noches
dos egoísmos
para un solo sol.

COLIBRÍ XIX

Vine aquí a reencontrarme contigo
frente a una cerveza
vine aquí a reencontrame con la imagen de un anhelo
o
vine aquí a destruir mi sueño.

Te miro a los ojos por tres segundos
ha huido el fuego
las palabras acompañan
¿a dónde se ha ido el delirio?
bebo el sorbo
de
mis
últimas
nostalgias.

COLIBRÍ XX

“He visto una playa que no olvido.”
Fina García Marruz

De nosotras ha de quedar lo que quisimos
por eso es que nos reconocemos
siendo lo que fuimos ya sin serlo.

Ilustración de Paulina Quezada

Comparta